Así es. Malcolm McLaren, el que fuera productor y creador de los Sex Pistols ha fallecido ayer víctima de un cáncer de pulmón a los 64 años de edad. Según algunos medios apareció muerto en New York, otros dicen que en Suiza donde se trataba de su enfermedad. Lo único cierto es que el hombre que engendró a uno de los grupos más legendarios de la historia ha fallecido.
Nacido en el seno de una familia humilde fue abandonado y criado por su abuela en Londres. Durante lo años setenta consiguió recoger lo que era el germen de lo que hoy conocemos como punk: el proto-punk desempeñado por grupos como The New York Dolls, a los cuales se ofreció a ser su agente. Es cierto que de los New York Dolls ya quedaba poco pero gracias a ellos se empezaron a dar a conocer los modelos creados por la novia de McLaren del momento, Vivian Westwood, salidos de la tienda que ambos regentaban abierta en 1971, Let it Rock, y que finalmente resultarían ser parte esencial de la iconografía punk.
Fue entonces cuando un muchacho entró en la tienda (ya bajo el nombre Sex) acompañado del asistente de McLaren y se presentó como John Lydon. Sin saberlo, habían nacido los Sex Pistols. Había nacido la época dorada del punk-rock.
Sin embargo, fue el creador de la banda pero al mismo tiempo el destructor. La incorporación de Sid Vicious (un drogadicto que no sabía tocar el bajo y que carecía de cualquier sentido musical) supuso a la postre la disolución del grupo pese al "tirón comercial" del momento. Lo demás es historia.
Está claro que los Sex Pistols marcaron una época en la historia de la música. Es por eso que la muerte de su fundador es, en cierto modo, un duro golpe para el mundo de la música.
¿Y por qué? ¿A quién se le iba a ocurrir juntar: un concierto, un barco, el Támesis, el House of Parliament y a los Sex Pistols? Fácil respuesta, a Malcolm McLaren:
No hay comentarios:
Publicar un comentario