lunes, 3 de abril de 2017

Crítica: BALA — "Lume" (2017)


De BALA escucharéis lo típico casi siempre en todos lados: son un dúo femenino que suenan a grunge y stoner, blablablá. Aunque no lo parezca porque siempre se abren sus entrevistas con esa premisa, la cosa va más allá, quizás no mucho más allá ya que mantienen una influencia característica de esos géneros desde que debutaron en los escenarios, pero ya ha pasado un tiempo y cada vez encontramos más matices en sus composiciones. Con "Lume" ("fuego") han abierto el abanico a un sonido más crudo y duro. Ya no vamos a pensar tanto en Nirvana, Babes In Toyland, L7 y Kyuss al escucharlas como antes. Esta vez tenemos más alboroto. Además del grunge y stoner (que no deja de ser rock al fin y al cabo), tenemos condensada una amalgama variopinta de punk, hardcore y metal.

Sí es verdad que mucha gente como yo nos preguntamos qué pasaría si BALA fuesen un dúo masculino en vez de femenino: ¿tendrían el mismo éxito? Por desgracia, el género de quien proyecta la música se sigue utilizando como excusa para tomar una vara de medir según interese, algo sin el más mínimo sentido ni interés a lo que no merece la pena ni prestarle atención. Lo que he dicho puede dar lugar a malentendidos: no estoy desprestigiando el trabajo de Violeta (batería y voz) y Anxela (voz y guitarra) ni siendo machista, misógino ni nada de eso. Debo matizarlo para que no se interprete lo que no es, ya que solamente me cuestiono si el boom que están teniendo BALA como banda lo podría tener cualquier otro grupo en clave masculina o mixta, teniendo en cuenta la juventud, los pocos años de existencia (si no contamos el grupo previo, Calixta), la salida de solamente dos LP's que podrían ser EP's por contenido (ya arrasaron seriamente con su primera referencia), una extensa gira que además de por toda la Península llegará a Australia o Japón y ese patrocinio que les ofrece la marca de ropa urbana más que prestigiosa ya de Óscar Vales, Vazva. Suponemos que la cosa se centrará en contactos, el boca a boca y en que tanto Anxela como Violeta están metidas en el mundillo de la cultura desde hace años, ya que bandas de su estilo hay para dar y tomar.


Dejando de lado este paréntesis que me apetecía hacer y comenzando con la reseña de "Lume", he de decir que es un disco que visto por la superficie sin sumergirse demasiado vuelve a quedarse escaso de minutaje y canciones. Las primeras sensaciones te llevan a pensar que es un trabajo hecho con prisa (no tanta como su debut, eso sí) y que no parece estar bien centrado debido a ese "mix" de letras en tres idiomas diferentes (castellano, gallego e inglés), pero a decir verdad es que una vez escuchamos un par de veces esta mezcla condensada de riffs potentes y guitarras distorsionadas y  baterías retumbantes y potentes cambiamos el punto de vista.

"Lume" es un disco que va pegando saltos y te acostumbras a él con las escuchas. Es directo, con actitud y sonido punk a pesar de esos nuevos matices más duros y metálicos que pueda tener. Más agresivo y mejor concebido que "Human Flesh" a pesar de los detalles a mayores. Es diferente a pesar de tener el alma todavía intacta. Eso sí, una vez le pegas las escuchas que ves convenientes parece desinflarse debido a su limitación y ya te lo comes del tirón para bien y para mal como quien ve pasar un coche, lo que les da un pro de digeribilidad y a la vez un contra de indeferencia.

En cuanto a lo que he sentido en el campo instrumental: me sigue pasando lo mismo que ya me pasó y pensé que no se iba a repetir, como me pasó con el minutaje. La pega principal que le puedo encontrar a este nuevo trabajo es que esa muralla de sonido que crea la guitarra tiene su doble cara. Los riffs son duros, potentes y fortalecen ese sonido que absorbe todo lo que se encuentra por medio, pero... Hay un momento en el que la guitarra de Anxela parece que se queda a medio camino, que le está pidiendo más gasolina y cambios rítmicos. Repito que los riffs me encantan por si no se ha notado, son un ejemplo de "menos es más" claro, de que no hace falta para nada ser Satriani o Ray Vaughan para molar, pero te llegan a saturar hasta querer decir: "me voy a otra cosa, con esto ya he escuchado todo". No hay duda de que transmiten lo que pretenden: una pedrada de mala hostia en toda tu puta cara bonita, pero al contemplarlos con más sibaritismo el asunto se te puede quedar corto de miras. Necesitas más. Puede que unos cortes de guitarra más punzantes y agudos para romper el hilo rutinario de graves y algo vagos rugidos de cuerdas o una progresión diferente que siga más esos ritmos de batería de forma independiente sirvieran para aferrarse del todo. Algo más hábil que no sea tan constante. Sin duda la batería es la que lleva el timón del grupo junto a la dupla de voces intercaladas de Anxela y Violeta y la guitarra no hace más que mantener la carrera, sin dar juego a más.



Es posible que lo más molesto (por ponerle un adjetivo) de este disco sea su duración. Soy repetitivo con ello porque así siento que debo ser. Hablo de molesto porque te deja a medias. Otra vez. Solamente diez minutos más o un par de canciones, no sé. Se intuye que lo que se quiere dar a entender aparentemente es un balazo, valga la redundancia. Un balazo rápido, certero y eficaz. "Lume" es eso: veloz, potente y eficiente. Pero vuelve a pecar de poco en muy pocas canciones (solamente 9). Seguramente si durase más de 50 minutos acabaría uno hasta los huevos de escuchar riffs repetitivos (para repetitivo y denso ya está el "Dopesmoker" de Sleep, por ejemplo) y no me agarrarían tanto (o sí, quién sabe). Un punto medio estaría bien. Ni me des demasiado ni me dejes con hambre es como resumiría todo. A pesar de los pesares, yo no voy a ser el que cambie a un grupo con mi opinión que siempre trato de que sea sincera y que no tenga ningún tipo de influencia externa. Ellas y supongo que su productor han decidido que esto sea así bajo sus ideas, conceptos, influencias y conocimientos. Esto, lo dejo bien claro desde ya, es siempre respetable: cada uno que haga lo que quiera y lo que le salga natural y sincero. De no ser así, mejor despedirse de los ruedos musicales, que no estamos en el caso. Pese a mis "peros", admiro a este grupo porque no me mienten cuando lo escucho aunque pueda discrepar en algunas cosas como he hecho. Es difícil mentirme con un disco, y estas dos amigas sé que no lo hacen.

Lo que no dudo en absoluto es que la metralla de BALA va a funcionar de lujo en directo como viene haciendo. Son una formación que cuaja perfectamente de cara al público y es ahí donde te ganan de verdad. Es recurrente decir esto de muchísimas bandas, pero con BALA esto se cumple al 100%. Es imposible no dejarte el cuello cabeceando al ritmo de sus canciones en un concierto de ellas. Te alimentan bien con esos dos amplis de guitarra que te dejan despeinado y esa batería con V de violencia que hace temblar los sesos de la gente. A BALA no les vamos a pedir baladas ni hits, les vamos a pedir balazos. Y los dan. Sin piedad. El gatillo no lo dejan reposar en ningún momento. Son de guerras breves, pero son capaces de romper cristales y echar abajo muros sin dejar vivo a ni Dios.



(↑) Destacable: "Colmillos", "Upside Down" "Omertá" (¡¡Ojocuidao!!), "Flapper", "Vives" y "Humo"; la agresividad tan directa con la que juegan y la atmósfera de caña y no cesar que crean; el primer y último tercio del disco; la batería incesante (escuchad "Humo" y ya me decís); la originalidad para hacer de riffs sencillos y bastante similares algo adictivo, pegadizo y duro; que sus puntos débiles como son la simpleza y brevedad puedan convertirse en su característica más atractiva; si haces skate, BMX o algo similar puedes gozar mucho con BALA como B.S.O.

(↓) Mejorable: Con "Vitamina", "Liar" (quizás la canción más aburrida que tienen), y "Luces" (ya no queda tiempo para llorar, escapar y... ¿follar?) te puedes venir un poco abajo; lo plana y simple que puede llegar a ser la guitarra; la duración de poco más de 20 minutos del trabajo; que a la cuarta o quinta escucha, cuando parece que ya te han agarrado para no soltarte, te entren ganas de dejar tirado el disco unas semanas o meses hasta que las veas en directo; la duda que parece rondarles de si tirar por el inglés, castellano o gallego (aquí el voto lo tiro hacia el castellano).

NOTA: 6'99/10.

martes, 28 de marzo de 2017

Crítica: Vörtex — "Architects Of Misfortune" (2017)

Hace unos años sería raro escuchar en mi reproductor algo de Vörtex, aunque siempre doy oportunidades a casi todo lo que me ponen delante. "Confessions" (2014), su debut, estuvo bastante lejos de gustarme por diferentes motivos, como que probablemente estaba en un momento en el que la ola de metal moderno me estaba fatigando un poco (en cierto modo me sigue pasando) o que no tardaba de entender la fórmula del grupo.

En estos momentos quizás me encuentro más introspectivo o abierto de mente y creo que puedo ver más allá de unos acordes y una voz en casi toda la música que escucho. Está bien no rizar el rizo y decir que la música es música y ya está, pero está bien saber qué hay detrás, qué te quiere contar la gente que la hace, darle tú un significado personal y, por supuesto, poder hablar con los músicos que la hacen si se tiene la oportunidad y éstos no están ocupados puliendo sus egos (no es el caso).

A veces resulta un deporte de riesgo hablar de un músico sobre lo que compone sin que estés notando cierta incomodidad, prisa o desprecio, ya que normalmente las críticas son malinterpretadas o no se quieren escuchar si no son positivas. Yo no me callo ni bajo el agua, así que esa hostilidad con la que se toman los artistas opiniones ajenas me suda los huevos (no hagas arte ni lo promociones y defiendas si no quieres recibir opiniones de todo tipo). Esos "¿me vienes tú a decir lo que tengo que cambiar, aconsejar o a criticar mi obra?" en algunas caras llegan a crispar, pero hay gente para todo. Esto es un gran error por parte de esa gente que cree que lleva un Grammy honorífico metido en el culo.


Vörtex, retratados por André Silva

Con todo esto quiero decir que con Vörtex (y otras muchas bandas, claro) no me ha pasado nada de esto: he podido hablar con ellos, con Jacobo principalmente —vocalista y guitarrista— sobre qué opinión me merece su música para bien y para mal sin tener que sentirme acorralado por una horda de defensores ciegos y cabreados. El ego de Jacobo (guitarra y voces), Marcos (guitarra), Jony (batería) y Víctor (bajo y voces) no desprende hedor de superioridad para nada, algo estupendo por su parte y que a mí me gana ya de primeras. Tenemos ya demasiadas formaciones gallegas y peninsulares que precisan una cura de humildad y a las que parece que les hacemos un favor yendo a sus conciertos y consumiendo su música.

Dejando los cerros de Úbeda por los que me he perdido ahí atrás, voy al grano. He venido hoy aquí a hablar de mi libro de "Architects of Misfortune" (2017), el segundo largo de la banda pontevedresa. El álbum se estrenó el pasado 14 enero oficialmente y consta de 14 temas incluyendo el bonus de la edición física.

Ya que hablar de las canciones canciones una por una sería una tarea un poco tediosa, aburrida y a la que no le encuentro siempre sentido, prefiero hablar un poco de mis impresiones generales del disco sin diseccionar meticulosamente cada corte. Para comenzar, debo de pararme al menos unos segundos para felicitar al grupo y productor (Iago Pico de Pousada Son Estudios) por no dejar de lado lo que ya hacían pero sí renovarlo con sonidos más modernos, electrónicos y darle tanto contenido al material. El trabajo de Iago Pico en la producción es una maravilla, los arreglos y la estructuración que ha hecho junto a los músicos me ha sorprendido mucho. Tanto Iago como Vörtex parecen haber casado perfectamente para reunir ideas y proyectarlas y defenderlas tan bien en 50 minutos, en los que hay que comentar que a pesar de las melodías de las guitarras y sonidos típicos del metalcore, hay más chicha. El juego de voces limpias y guturales, los coros y las letras se balancean continuamente entre la claridad y la oscuridad, sin obcecarse y caer en simplemente un concepto cerrado. No hablaré de un disco atípico de metal porque he escuchado cosas similares en bandas como Bullet For My Valentine (la influencia de este grupo en ellos es más que evidente), Bring Me The Horizon (nadie negará que los coros y esos arreglos electrónicos  de "Architects of Misfortune" no recuerdan a ellos por momentos), Trivium, Avenged Sevenfold o incluso Slipknot o Parkway Drive. Para la gente acostumbrada a estas bandas de forma cerrada no va a haber demasiadas sorpresas más que esos estribillos pegadizos y mágicos que se te clavan en la cabeza y que sin darte cuenta estás tarareando por la calle, formulados parece como algo pop dentro del metal de una forma tan homogénea que te lleva a pensar, y creo que acierto, que esta gente le pone oído tanto al metal como al pop, rock y sus variantes. Punto a favor.



Además de esos estribillos pegajosos también tenemos una buena dosis de coros (buena dosis para bien y para mal, quizás pueden llegar al exceso tras varias escuchas) que, si no me equivoco y el libreto del disco no me miente, han sido cantados tanto por amigos del grupo y el mismo grupo como por coristas profesionales del Conservatorio Manuel Quiroga.

Aunque los puntos fuertes sean esas melodías duras que crean dentro de una sensibilidad pasmosa que realmente les sale de dentro con naturalidad, el juego melodía-gutural en las voces, los arreglos que faltaron en su debut y esas influencias de otras bandas que se alejan un poco del metal unido a que son unos músicos como la copa de un pino ejecutando (destacando ese juego y sonido de las guitarras que podrían ser fácilmente sacados de grandes bandas americanas, británicas o australianas), también hay puntos débiles que realmente acaban dejándote sin ganas de escuchar el disco del tirón durante un tiempo largo una vez que lo machacas un poco.

Me preguntaréis por qué digo esto si hablaba en un principio de que hacían música pegadiza que por cierto, a juzgar por su público parece que resulta accesible a muy diferentes tipos de personas y gustos para ser "tan dura". Pues bien, a pesar de todo también pecan de ser bastante planos y abusar de esos arreglos maravillosos que tienen. El disco se hace monótono tras varias escuchas y te acabas aburriendo de muchas canciones que saltas sin más, pasando de una especie de éxtasis al principio a un "vale, ya lo he escuchado todo y sé lo que hacen" para posteriormente ir a los cuatro o cinco temas que más se te han metido en la cabeza. Esto unido a que todavía falta una mejor pronunciación del inglés —error ya notado en "Confessions"— en las partes más melódicas (siendo sincero, en los guturales casi no se aprecian algunas gambadas con el idioma). Yo no soy un genio con el inglés, de hecho probablemente tengan más don con la lengua ellos que yo, pero puedo apreciar cierta cojera con la lengua. Aún con todo, apoyo la seguridad con la que siguen defendiendo su música de la forma que sea. Muchos se preguntarán cómo sonaría esto en castellano, en gallego o armenio; puede que mejor o puede que peor. Eso no se sabrá por ahora. Creo que todos los que desean ese cambio de lenguaje (a mí también me causa curiosidad saber qué pasaría con esto, no solamente con ellos) también deben de saber que si lo hacen así es porque les apetece jugar en ese terreno, están más cómodos y seguramente les resulte más sencillo componer en inglés.

Decir para terminar que un tercer disco en un par de años, tres, o lo que sean puede ser la clave para que Vörtex se propulsen y recorran el camino definitivo acomodarse en un estilo del que, para ser sinceros, ya pueden casi presumir por muy manido y moderno que sea el género que practiquen. Todavía estamos con un segundo disco, que para una banda pequeña puede parecer un mundo, pero no lo es en este caso. Si nada se trunca en su camino, estoy seguro de que bajo el nombre de Vörtex todavía podremos esperar más cosas y me aventuraría a decir que no están lejos de comenzar a experimentar con otros terrenos más delicados y menos duros en las partes instrumentales. Espero no pecar de exceso de futuro y volver dentro de un tiempo a darles la enhorabuena tanto por lo que han hecho como por unas posibles mejoras que no les haga caer en la monotonía de la "moda metalcore".

Con "Architects of Misfortune" Vörtex parecen querer enviar varios mensajes: queda camino por andar, lo vamos a recorrer juntos y vamos a disfrutarlo. Espero que ese camino futuro lo disfruten los mismos músicos que han grabado tanto "Confessions" como este álbum. La unión de estos cuatro músicos y la imagen de amistad y compenetración que proyectan creo que no puede ser sustituída y que es auténtica y efectiva. Por el resto, el tiempo dirá y no yo. Ojalá ese pegadizo estribillo que reza "as my memories, I'm stronger with the time" no caiga en saco roto.



(↑) Destacable: "Dear Animal", "Breaking Bones", "Take It Easy", "Lost Memories", "Things That Make Me Die", producción, arreglos, letras y voces (que no fonética del idioma).

(↓) Mejorable: la intro "XIX" de la edición física, el interludio "All My Needs", "Morphine", "My Crown", "D.I.S.C.", el abuso de ciertos arreglos electrónicos y coros que llegan a aburrir al no tratarse de algo característico de una canción, dándole al disco una línea demasiado fija (esto cambiará posiblemente en los directos), la pronunciación del idioma y ese aparente bajón a la mitad del disco que peca de monotonía.

NOTA: 7/10.

jueves, 19 de abril de 2012

Ecos del Desierto: Kyuss

Esta semana los ecos suenan más fuerte que nunca, las rocas tiemblan y el desierto se estremece con el sonido de sus profetas. El rojo sol se pone tras las colinas de Sky Valley dejándonos a merced de sus hijos predilectos. Kyuss

La historia del rock está llena de dualidades, Beatles o Rolling, Led Zeppelin o Black Sabbath, y es que a los fans les gusta mucho defender a sus ídolos y eso de las rivalidades vende mucho. Escribo esto porque hoy voy a hablar, por decirlo de alguna manera, sobre los Led Zeppelin del Stoner.

Es cierto que Black Sabbath, ha sido la mayor influencia del género y el grupo más versionado por bandas de Stoner, empezando por el "Into the Void" de Kyuss. Sus riffs pesados y sus ritmos inspirados en la metalurgia, donde Tommy Iommi perdió las yemas de los dedos, son el abc del metal y el soporte vital del Rock Desértico

Sin embargo en las composiciones de Kyuss no todo es pesado, hay multitud de enrevesadas melodías, arreglos de guitarra y efectos que recuerdan a la psicodelia de Zeppelin, salvando las diferencias de género, por no mencionar sus temas acústicos con aires de música india o sus atmósferas expansivas.

La semana que viene hablaré de los que considero los Black Sabbath del Stoner y quedará más claro por qué hago estas comparaciones.


Todo empezó en Palm Desert, California, a finales de los 80 cuando cuatro amigos del instituto se animaron a formar el grupo con el que llevaban soñando toda la vida. Ellos eran John García (vocalista), Josh Homme (guitarra), Brant Bjork (batería), y Chris Cockrell (bajo).

En su afición a los juegos de rol encontraron el nombre para su grupo, en un principio Sons of  Kyuss y posteriormente Kyuss. Pronunciado como "kai-uss" alude a los guerreros Kai de Dragones y Mazmorras.

Participaban en las Generator Parties, conciertos junto a otras bandas locales en medio del desierto.

"Cuando tienes un grupo de personas que aman la música, algo surgirá casi  por aburrimiento, por las ganas de hacer algo. No había clubes ni nada para nosotros, recuerda que estábamos a dos horas de los Angeles, en medio de la nada. Tuvimos que hallar la forma de hacer lo que queríamos. Siempre hay una manera de encontrar esa diversión, de escapar de la casa de tus padres y hacer estas cosas (...) Cuando tocas en el desierto y es una noche hermosa, o no tan hermosa, siempre es increíble, siempre. Pero seré honesto, no me voy a poner como Jim Morrison y decirte que era una cosa mágica, sicodélica que tuviera algo chamanístico. Josh tendrá su forma de describir la escena, también Nick y Brant, pero para mí eran sólo chicos tratando de liberar un poco de vapor." (John García en su entrevista para RockAxis)
En 1990 graban "Sons of Kyuss", su primer Ep, "Ese primer álbum…lo grabamos siendo unos críos, es un disco bastante extraño, supongo que no sabíamos todavía muy bien lo que queríamos" (John García en otra entrevista para un blog)

En 1991 Nick Oliveri sustituye a Chris al bajo y graban "Wretch", un disco crudo y primitivo en el que se empieza a vislumbrar el camino que llevarán pese a tener importantes influencias de estilos simples y directos como punk, grunge o hardcore.

A partir de 1992 con la grabación de "Blues for the Red Sun" definitivamente encontraron su camino, éste y los siguientes dos discos son la cima de Kyuss tal y como se conoce. Chris Goss del grupo Masters of Reality se une a ellos en calidad de productor dándoles ese sonido tan característico.

En 1994 Scott Reeder toma las riendas del bajo para grabar "Welcome to Sky Valley", personalmente mi disco y bajista favoritos. En la gira de este disco se produce el último cambio en la formación cuando Brant Bjork deja la banda por problemas internos para dedicarse a su propio proyecto, Fu Manchu, dejando en su puesto a Alfredo Hernández.
Dejo un concierto precisamente de la gira de este disco para que los disfrutes, aunque con mala calidad, en su máximo esplendor.

Con esta formación llega lo que será su último disco oficial "...And the Circus Leaves Town", un título que ya hacia presagiar la disolución de la banda, pese a que se mantuvo dando coletazos un par de años más.

El reconocimiento les llegó tarde, en parte gracias éxito del nuevo grupo de Josh Homme, Queens of the Stone Age, que nos hizo a muchos indagar hasta llegar a Kyuss.

Prueba de este reconocimiento es el tributo que en 2004 les rindieron bandas como CygnusLos Natas y Buffalo"Listen Without Distraction, A tribute to Kyuss", que tiene versiones realmente interesantes dándole otra vuelta a los clásicos del grupo.

En el 2000 sacaron un recopilatorio llamado "Muchas Gracias, The best of Kyuss", con el que se despedían de su reducido aunque fiel público.

Ya iremos analizando uno a uno los proyectos que formó cada miembro de la banda, Fu Manchu, Mondo Generator, Hermano, Unida, Queens of the Stone Age, todos diferentes aunque dentro del mismo estilo.

En respuesta a los deseos de los fans, volvieron a girar el año pasado, bajo el nombre de Kyuss Lives, aunque no con todos los originales, (Josh Homme es totalmente impensable que vuelva) con una formación más que digna y bastante fiel a los inicios, John García, Nick Oliveri y Brant Bjork.

Pero es mejor escucharlo a que yo te lo cuente, así que aquí te dejo la discografía completa y te deseo un buen viaje.

"Listening without distraction"


miércoles, 11 de abril de 2012

ECOS DEL DESIERTO: Una sección de música psicoactiva


Sabías que algo raro estaba pasando, sientes cómo flota a tu alrededor envolviéndote, necesitas algo pero no sabes qué, la inquietud tensa tu cuerpo y desespera tu mente, tu cerebro pide a gritos algo que lo estimule, algo realmente bueno, que te ondule, que te transporte...

No es la llegada de la primavera lo que sientes, sino el aire caliente del desierto que desde hoy invade este blog. Y es que la familia de Music in the memory me ha habilitado un rinconcito perfecto donde poder desbarrar a gusto sobre mi pasión musical, el Stoner rock.

Así que a partir de ahora, y espero que por mucho tiempo, los ecos del desierto reverberarán en esta sección dejando grandes dosis de música psicoactiva, analizando las principales bandas del rock desértico en todas sus variantes, sus influencias y el fenómeno en general.

Empezaremos tirando de wikipedia, ¿Qué es eso del Stoner Rock?

 "El término Stoner rock proviene de la palabra stoner, que en inglés significa fumador de marihuana." La traducción al castellano sería algo así como "Rock fumeta".

Sólo con esto ya puedes hacerte una idea de la carga psicodélica y ambiental de esta música, sin duda uno de sus puntales.

Cito la definición que me parece bastante buena:

"El stoner rock o stoner metal es un subgénero del rock y del metal con gran influencia del rock psicodélico de fines de los sesenta y principios de los setenta. Está conectado tanto con el rock alternativo como con el heavy metal. El stoner rock habitualmente usa tempos de lentos a medios y presenta guitarras afinadas grave, un sonido pesado de bajo, voces melódicas y producción 'retro'. El género emergió a principios de la década de 1990 y fue inciado principalmente por la banda californiana Kyuss."

Por supuesto una canción vale más que mil palabras, así que ahí va una de las más míticas.


El abanico de estilos dentro del stoner es inmenso, desde el rock al metal hay muchos grados, y esto hace que dentro del género encontremos bandas muy distintas. A esto hay que sumarle un gran número de influencias que diferencian a cada grupo: rock psicodélico, blues, grunge, doom, rock sureño e incluso soul.

Me he encontrado una recopilación de bandas en youtube que te puede dar una idea de lo que estoy hablando y que seguramente te descubra algún grupo interesante si eres ya un iniciado.


Todas estas diferencias provocan la aparición de gran número de etiquetas. Muchas se refieren al carácter expansivo de la música como desert rock, space rock , o a su psicodelia intrínseca como stoner rock o bong rock. Otras, normalmente las que tienden más hacia el metal, a su carácter pesado, como stoner doom o sludge metal.

Por eso si investigas un poco sobre alguna banda es muy posible que te la encuentres etiquetada de mil maneras distintas según donde lo mires, incluso alguna puede aparecer como hard rock, pero al fin y al cabo las etiquetas no son más que eso, lo importante es la música, da igual cómo la llames.

Para despedirme un consejo fundamental de aquellos que como quien dice inventaron esto.

En el libreto de "Welcome to sky valley" de Kyuss, a modo de instrucciones podemos leer "listening without distraction".

Así que te recomiendo que te relajes, pongas el volumen al máximo y disfrutes del viaje.





La semana que viene los ecos volverán bien empapados con el mensaje de los profetas de Palm Desert para deleitar vuestros oídos.

sábado, 31 de marzo de 2012

Crónica: Mark Lanegan Band + Creature with the Atom Brain (Sala Capitol, 28/3/2012)

 
Hoy os voy a relatar cómo tuve el magnífico placer de ver a uno de mis cantantes predilectos, el mismísimo Mark Lanegan, ex-vocalista de Screaming Trees.

La sala Capitol abrió sus puertas a las 20:30h. Una hora después comenzaba la actuación de la banda belga Creature with the Atom Brain, cuyo cantante y guitarrista principal, Aldo Struyf, resultó ser también parte de la banda del señor Lanegan, colaborando a la guitarra rítmica y los teclados.

En cuanto respecta a los teloneros, debo decir que me llamaron bastante la atención. Cuentan con un sonido guitarrero y con una buena carga de psicodelia. Resultó una sorpresa que no dejó a nadie indiferente.

Después de unos 45 minutos de concierto se despidieron para dar paso a los músicos que acompañaban a Lanegan. Ahí fue cuando veíamos a Struyf sentado a los teclados, mientras que sus compañeros probaban sus respectivos instrumentos. Mientras tanto se podía ver publicidad sobre los próximos conciertos en la sala Capitol en una gran pantalla situada en el muro del escenario.

Aproximadamente a las 22:10h se apagaron las luces durante unos instantes y el público empezó a aplaudir a los músicos que hacían su aparición en fila india bajo una tenue luz roja que se posaba sobre el escenario.

Entre aplausos y gritos salió a escena el esperado cantante, con su característica camisa negra, su pelo rojizo y largo cubriéndole parcialmente la cara, y cómo no, sus manos llenas de tatuajes.

El repertorio comenzó con "The Gravedigger's Song", single presentación de su último trabajo, "Blues Funeral", publicado hace apenas dos meses. El setlist (que podéis leer al final de esta entrada) se centró mayormente en dicho trabajo y en el anterior, "Bubblegum", publicado en 2004, que hasta ahora ha sido el álbum más exitoso del vocalista estadounidense.

Resultó ser una actuación impecable, tanto por su parte como por la de los músicos. Los temas del nuevo disco estuvieron dotados de un sonido mucho más potente, y no tan electrónico como en estudio, a pesar de que el teclado resaltase en momentos puntuales.

Destacaron temas como "Hit the City", "One Way Street", "Resurrection Song" o "Tiny Grain of Truth", tema que cierra el álbum "Blues Funeral", y que sirvió a la banda como final antes de salir a tocar otros tres bises.

En resumen, y desde mi punto de vista, ha sido una experiencia muy enriquecedora el haber podido ver a Mark Lanegan en primera fila, tan cerca que se podían apreciar las arrugas de su demacrado rostro, así como las muecas que hacía al cantar. Lo único que eché algo en falta era más interactuación con el público, ya que se mostraba muy retraído y únicamente habló para presentar a la banda y agradecer nuestra asistencia a todos los que estábamos ahí, disfrutando de su profunda e inconfundible voz.

Eso es todo lo que os puedo contar, así que aquí os dejo con un vídeo que he encontrado en youtube:



Como bien dije más arriba, aquí podéis ver el Setlist:

1. Gravedigger's Song
2. Sleep With Me
3. Hit the City
4. Wedding Dress
5. One Way Street
6. Resurrection Song
7. Wish You Well
8. Gray Goes Black
9. Crawlspace
10. Quiver Syndrome
11. One Hundred Days
12. Creeping Coastline of Lights
13. Riot in My House
14. Ode to Sad Disco
15. St. Louis Elegy
16. Tiny Grain of Truth

Bises:
17. Pendulum
18. Harborview Hospital
19. Methamphetamine Blues

*Foto por livetheroof.com
Vídeo por chocoetero (youtube.com)

jueves, 15 de marzo de 2012

Born Of The Storm, el nuevo supergrupo de Dez Fafara y Mark Norton


Si hablamos de DevilDriver o Lamb Of God probablemente nos adentremos en terrenos que toquen géneros como el groove y death metal "moderno" por así decirlo. Aunque estos dos grandes grupos de la nueva ola del metal de los últimos años hayan cosechado fama por su lado más agresivo podemos decir que la cosa ha dado una vuelta de tuerca con el nacimiento de Born Of The Storm, un supergrupo integrado por Dez Fafara (Coal Chamber, DevilDriver) a la voz, Mark Norton (Lamb Of God) a la guitarra y Kevin Talley (Six Feet Under, Dååth) a la batería que creará una polémica considerable.

Después de escuchar el primer adelanto de la banda, las canciones "Nowhere Fast" y "Dust", podemos casi confirmar que los tiros irán cercanos a un sonido típico de los setenta con algún que otro retoque más actual aunque prácticamente invisible. Con "Nowhere Fast" nos podemos adentrar en las profundidades del rock sureño, hard rock y heavy metal tradicional con tintes que rozan el doom. "Dust" es un tema que deja la boca más seca, no tiene tanta chicha como el anterior, es más lento y repetitivo, aunque tiene su gustillo también.

Lo más impresionante de este nuevo proyecto es la voz de Dez Fafara, complementamente limpia y algún rasgueo leve de por medio. Lo cierto es que impresiona mucho verlo cantar de esta forma después de escucharlo dejarse la voz con sus característicos growls en DevilDriver.

En un futuro no muy lejano podremos ver como termina todo esto, esperemos que con un álbum. La verdad es que pinta todo muy muy bien ya que podríamos estar ante una nueva banda similar a los Down de Phil Anselmo (en "Nowhere Fast" la similitud con Down es considerable) con influencias claras de bandas como Soundgarden, Circus Of Power, Trouble o Black Sabbath.

Están disponibles para descargar (oficialmente) los dos temas que han grabado hasta el momento desde AQUÍ y AQUÍ. Os recomiendo echarles una ojeada, para nada tienen que gustaros ni Lamb Of God ni DevilDriver, con ser fans de Black Sabbath y/o Down es más que suficiente para curiosear.

domingo, 11 de marzo de 2012

Analizando..."Boggy Depot" (Jerry Cantrell)

Tras otro mes sin publicar vuelvo a dar signos de vida para hablaros de uno de mis discos favoritos.
Lanzado en 1998 "Boggy Depot" fue el primer trabajo en solitario de Jerry Cantrell, guitarrista y principal compositor de la banda de grunge Alice in Chains.

Este álbum ha llegado a denominarse "el disco que Alice in Chains nunca grabaron", por el hecho de que junto a Cantrell colaboraron Mike Inez y Sean Kinney, bajista y batería de la banda de Seattle (respectivamente).

Este trabajo surgió en principio debido a que el cuarteto se había visto obligado a cancelar numerosos conciertos en su última gira, debido al deteriorado estado de salud del cantante Layne Staley, provocado por su fuerte adicción a las drogas, después de que Staley dejara definitivamente la música tras la publicación del emblemático "MTV Unplugged", grabado y publicado en 1996, el mismo año en el que daría su última gira.

Por su parte, Cantrell seguía componiendo, con la intención de publicar material en solitario. Y así fue.

Como ocurría con Alice in Chains, hay un gran contraste entre canciones potentes que conservan la esencia grunge de sus dos primeros álbumes, como por ejemplo "Dickeye", "Cut You In" o "Keep the Light On", junto con temas más suaves, pero que al mismo tiempo están cargados de oscuridad como "Breaks My Back" o "Satisfy". También cabe destacar que, en un par de temas, Cantrell muestra ciertas raíces country, estilo con el que afirma haber estado familiarizado desde su infancia.

En este álbum se busca crear una atmósfera envolvente, escapando un poco del protagonismo que tenía la guitarra en los inicios de Alice in Chains, a pesar de que no deja de haber buenos solos de guitarra como el de "Settling Down", así como los contundentes riffs de algunos de los temas ya nombrados.

Por supuesto, el trabajo a las voces por parte de Cantrell es impecable. Además de cantar la voz principal fue él mismo quien grabó los coros, utilizando en algunas canciones varias pistas de voz para crear complejas armonías similares a las que hacía junto a Staley en sus mejores años.

Para todos los que conozcáis a esa estupenda banda de Seattle, este disco es muy recomendable. En él encontraréis melodías y composiciones que os darán a entender el poder que Cantrell seguía teniendo a pesar de la difícil situación por la que la banda había pasado.

Esto es todo, aquí os dejo con el single "My Song". Disfrutadla:

jueves, 8 de marzo de 2012

Analizando..."Dalle!" (Unicornibot)

(La portada oficial del disco todavía no está disponible)

El nuevo trabajo que nos traen los Unicornibot bajo el brazo viene de nuevo cargadito de math rock, técnica matemática, riffs pegadizos y progresiones. Si una calculadora pudiera consumir ácido y tocar algún instrumento probablemente os lo podría explicar mejor que yo.

"Lendakari" hace de introducción del LP de forma impecable con un comienzo progresivo e inicialmente lento de batería y guitarra que se alterna continuamente con melodías afiladas y precisas para terminar casi bruscamente, como si de un final abierto se tratase.

Continuamos la andanza por la geografía española con "Anchoas Castilla", una pieza breve pero intensa con una base rápida y pegadiza a partes iguales. Ésta da paso a "Abril-Cerral", quizás la canción más conocida de este álbum por su previo estreno el pasado año a través de un vídeo en Litium Records. Supongo que ya la habréis escuchado, pero a los que no os diré que es una de las perlas del disco, muy elaborada y con unas melodías muy reconfortantes y "duras" por momentos, incluso con algo de noise que nos lleva a ese final inesperado, el típico que te deja "muñeco" cuando vas a aplaudir pensando que ya se ha terminado la canción.

Quizás no le ponga demasiado énfasis a las descripciones por miedo a extenderme demasiado, pero que debo decir que "Dalle!" es un trabajo muy equilibrado en cuanto a participación de instrumentos. Aunque la guitarra esté casi siempre por encima, el sonido del bajo y la batería nunca dejan de ser fieles acompañantes y a veces hasta caminan solos. En "Antigua y Bermuda" más de lo mismo. Es para mí el tema más pausado de todo el trabajo, quitando el primer minuto. Aunque no me ha aburrido sí me ha dejado algo indiferente durante su comienzo, cosa que no quiere decir que no me guste o me vaya a gustar.

Seguramente el señor Torreiglesias estaría orgulloso de escuchar "Pum Pum Como Una Piedra", una canción que incita a tocársela, palpársela, con buen rollo y "buen ano". Podría afirmar que el sr. García Serrano diría algo de ella por contar con unas melodías tan sexuales. Echarle imaginación y veréis lo que sale de ahí, que en eso se basa la música instrumental y/o experimental, en crear tus propias paranoias.

"Dalle Que Non Mira" es otra canción que ya fue presentada en directo anteriormente. Muy desordenada y técnica, con melodías de clavijero incluídas que os dejarán echando espuma por la boca en el suelo del gusto.

Lo más fácil sería hablar de las cuatro canciones que quedan de forma conjunta y dejar aquí el análisis o pseudoanálisis (lo intento, cohones), pero vamos a seguir con un par de huevos, con más huevos que Julio Iglesias teniendo hijos. Si este icono de la música hubiera continuado jugando al fútbol (efectivamente, fue portero del Madrid) lo haría con el estilo comparsero de "Julio Iglesias, Portero", su himno a partir de hoy mismo. Al final le terminan marcando un gol, sino no me explico esos gritos de desazón al final del tema.

Antes de ir con el responsable de este golazo por toda la escuadra vamos a entretenernos con "Perro Termómetro",un perro singular que podría ser el dibujo animado del futuro. Efectivamente, un perro con un termómetro metido por el cu...lo que os venía diciendo era que esta canción en la que toma un claro protagonismo el cencerro de la batería podría ser el himno de un perro macarra, tipo Poochie o acercándonos más a lo nuestro: perro muchacho haciendo air guitar ¿No os lo imáginaís corriendo por la ciudad en formato bailongo con esta canción de fondo con una guitarra a sus espaldas? Yo sí...

El sujeto de la próxima canción es jugador del Mallorca, o eso creo. Y sí, joder, fue el que desbancó a Julio Iglesias de su puesto futbolístico para meterlo en el mundo de la música. Lo de que se lleven cuarenta años es secundario, esto es sólo una dramatización con trasfondo psicológico... ¡"Gol de Chico"! Una tonada algo tranquilita con punteos y pasajes extraños.

El shock anafiláctico del disco llega con "Todos Contra El Fuego Anal", que se puede resumir en: caos, muerte, fin del mundo, ruido y cosas apocalípticas varias.

Y así es más o menos como mi cerebro asimila la línea general del disco. Está claro que han hecho que mis niveles de serotonina aumentasen durante casi veintisiete minutos. Peeeeeero... aunque las cosas cortas a veces son mejores que las largas (esto es lo único que no va con segundas) sigo echando de menos unos diez minutos más de música, al igual que en "Hare Krishna", pero bueno, no me quejo, a veces los polvos rápidos son más satisfactorios.

9'5/10. Lo dejo un poco más alto que su antecesor a pesar de que haya canciones como "Antigua y Bermuda" o "Julio Iglesias, Portero" hayan tardado lo suyo en entrarme. Los puntos álgidos se los dejamos a "Perro Termómetro", "Abril-Cerral", "Anchoas Castilla" y "Todos Contra El Fuego Anal".

Lo único que podemos hacer sin rechistar es felicitar Toño, Gayoso, Guille y Gon por este discazo y por habernos dejado escucharlo casi un mes antes de su salida. Muchas gracias a todos y desde aquí os deseamos un montón de suerte para vuestro futuro, lo váis a petar en el Primavera Sound seguro. Esperemos que en un año, dos o tres podamos volver a catar un nuevo disco.

Y nada más. Si no os réis por lo que pongo espero que al menos os riáis de mí, que lo que cuenta en este mundo es el despiporre.

Podéis ver las fechas de sus próximos conciertos pulsando AQUÍ.