miércoles, 17 de noviembre de 2010

Recomendación musical: The Doors

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The Doors es uno de los grupos más influyentes en la historia del rock y uno de los principales pilares de la música psicodélica junto a grupos como Jefferson Airplane, The Beatles (en su etapa final) o Pink Floyd (en su etapa inicial).

Su historia comienza en el año 1965, cuando Jim Morrison se encuentra con Ray Manzarek en la playa de Venice. Ambos habían estudiado en la Universidad de Los Ángeles, y, aunque apenas se conocían, finalmente hicieron buenas migas. Manzarek ya se encontraba inmerso en un proyecto musical, al que eventualmente se unirían Robby Krieger y John Densmore, quedando así conformada la alineación del grupo.

Un año después, actuando en el Whisky a Go Go, tuvo lugar uno de los incidentes más recordados de la banda. Durante la presentación en directo de “The End”, Morrison gritó “Father/ Yes son?/ I want to kill you/ Mother, I want to... (fuck you)"”, haciendo referencia a una conducta edípica como supuesto hombre sociópata que habla en la canción. Por esto fueron despedidos del club y, prácticamente al mismo tiempo, contratados por Elektra Records.

Su carrera fue realmente fructífera, ya que en espacio de tan solo 6 años (1966-1972) grabaron 8 álbumes de estudio (2 tras la muerte de Jim Morrison).

En cuanto a su éxito se basó principalmente en las letras de Jim Morrison (uno de los mejores poetas del pasado siglo) y la gran labor al teclado, arreglo de canciones y, en muchos casos, también letras de Robby Krieger, aunque también a su adelantada actitud de rebeldía y la crudeza de alguna de sus letras (con respecto a su tiempo, claro está).

La canción que os propongo hoy es la pista 7 de su segundo álbum (Strange Days), el cual salió a la vente solo 4 meses después del debut de la banda con su disco homónimo.

Fue compuesta conjuntamente por Robby Krieger y Jim Morrison. La letra habla de los sentimientos de una persona que se siente fuera de la sociedad, alienada. Otra posible interpretación podría ser el estado en el que Jim Morrison se encontraba en esos momentos o de lo que experimentaba cuando consumía LSD.

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