Tras esta tierna y fraternal imagen se encuentra uno de los mejores trabajos que un servidor ha tenido el placer de escuchar. "Siamese Dreams" es el segundo y tal vez el más reconocido trabajo de la banda estadounidense.
Como mencioné al hablar de "The Mellon Collie & The Infinite Sadness", en un principio estaba previsto que el álbum fuera doble, pero más tarde la idea se desechó y parte del material se reservó para dicho sucesor.
Fue publicado en 1993, tras un largo y duro proceso de grabación: por un lado, la bajista D'arcy Wretzky y el guitarra James Iha habían acabado una relación sentimental recientemente, por lo que pasaban por un momento tenso; y por otro lado, el batería Jimmy Chamberlin comenzó a tener problemas con la heroína hasta tal punto en que la banda se vio obligada a cambiar de estudio repetidas veces para evitar que éste se reuniera con su "contacto".
Debido a la situación que se les mostraba, la mayoría de las líneas de guitarra fueron grabadas por el líder de la banda, Billy Corgan.
A pesar de las adversas circunstancias el resultado fue impecable: se sigue la dinámica que puso Nirvana en vigor, influidos por los Pixies, alternando secciones muy suaves con otras estridentes.
Dicha dinámica llega a un punto álgido en este álbum, en canciones como "Today", "Soma", "Mayonaise" o "Silverfuck".
"Today" fue el segundo single del álbum, después de "Cherub Rock". Es fácilmente reconocible por la melodía de guitarra que suena al principio, además de esa distorsión sucia tan característica de los Smashing.
El siguiente single fue "Disarm": una preciosa balada acústica que cuenta con una sección de cuerda, un timbal e incluso campanas, que le añaden emoción a la suave voz de Corgan; sin duda una de esas canciones que te tocan la fibra sensible.
"Soma" es otra balada, y para mí uno de los puntos culminantes del álbum (junto a "Silverfuck"). Empieza con un sencillo punteo y un sonido limpio, y seguidamente hacen su aparición la batería y la distorsión, seguidos de un solo. El cantante escribió la letra tras haber roto con su novia, representando una discusión, expresando la perspectiva de ambas personas.
"Mayonaise" es otra canción de las que tocan la fibra sensible: comienza con una guitarra limpia rasgueando una serie de tres acordes, acompañando a una segunda que improvisa un solo sencillo. Al igual que el resto de canciones de álbum, posee una melodía fácil de recordar, además de tener un punto de melancolía que se expresan más aún con los acordes abiertos tocados en una guitarra acústica hacia el final.
"Silverfuck" es la culminación de la dinámica "suavidad/estridencia" tan típica del grupo. Cade destacar que la canción se mantiene en un solo acorde, pero dentro de éste se alternan varios riffs, con un sonido muy psicodélico, siguiendo la línea del álbum debut de la banda, "Gish".
La mejor parte llega ayá por la mitad de la canción, cuando se queda el bajo solo, marcando la nota principal mientras Corgan sigue cantando muy bajito, casi susurrando, y de vez en cuando se oyen adornos de guitarra. Después se para todo y se oye la voz de Corgan sin nada más que un efecto de delay que suena antes y después de que cante. De repente regresan los instrumentos después de una de esas anticipaciones y el final es completamente caótico y ruidoso.
Lo que me ha enseñado este disco es que en lo que a "ruído" se refiere se puede hacer bien o mal, y en este caso se hace bastante bien. Tanto que casi da gusto escucharlo.
Y para acabar debo destacar las dos últimas canciones: "Sweet Sweet" y "Luna", que son lentas, cortas (1:40 y 3:20 respectivamente), y tranquilas. Una ocasión más de escuchar la dulce voz de Corgan, acompañada por suaves rasgueos de guitarra en una, y por coros en la otra.
Un disco redondo donde los haya: potente y a la vez delicado.
Y saltándome lo que digo siempre (porque no me gusta repetirme), os dejo con el videoclip de "Today", que sirve perfectamente de ejemplo para el sonido del grupo y más concretamente de este disco, con momentos estridentes rodeados de un halo de psicodelia:
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